Las crisis en personas autistas pueden ser complicadas tanto para la persona afectada como para quienes la rodean. Comprender las causas, los signos y las estrategias para manejar estas situaciones es esencial para brindar el apoyo necesario.
En MenteAutista, analizaremos en detalle qué es una crisis en personas con autismo, sus desencadenantes, cómo reconocer los signos y proporcionaremos consejos valiosos sobre cómo enfrentar estas situaciones de la mejor manera.
¡Vamos allá! 🥰
¿De qué vamos a hablar en este artículo?
¿Qué es una crisis de autismo?
Antes de sumergirnos en las complejidades de manejar una crisis de autismo, es fundamental comprender qué significa exactamente una crisis en este contexto.
Una crisis de autismo se refiere a un estado en el cual una persona con autismo experimenta una sobrecarga sensorial o emocional que puede resultar en un comportamiento inadecuado o incontrolable. Es importante destacar que no todas las personas con autismo experimentarán crisis, y la gravedad puede variar significativamente de un individuo a otro.
Las crisis de autismo pueden manifestarse de diversas maneras, desde ataques de rabia o meltdowns hasta parecer ausentes o shutdown. Cada individuo puede tener sus propias señales y desencadenantes específicos, por lo que es crucial abordar cada situación de manera individualizada.
¿Cuáles son los desencadenantes de una crisis?
Existen diferentes causas que pueden llevar a cabo estas situaciones de crisis en personas con autismo.
▶ Sobrecarga Sensorial
Una de las principales causas de una crisis de autismo es la sobrecarga sensorial. Las personas con autismo a menudo tienen una sensibilidad intensificada a estímulos como la luz, el sonido, el tacto y otros estímulos sensoriales. Cuando estos estímulos se vuelven abrumadores, pueden desencadenar una crisis. Por ejemplo, una sala con luces muy brillantes, ruidos fuertes o multitudes puede ser un desencadenante común.
Para evitar la sobrecarga sensorial, es útil conocer las preferencias sensoriales de la persona con autismo y crear un ambiente que sea más cómodo para el. Esto puede incluir el uso de auriculares para reducir el ruido o la creación de un espacio tranquilo donde puedan retirarse en caso de necesidad.
▶ Cambios en la rutina
Las personas con autismo a menudo valoran la rutina y la previsibilidad. Cualquier cambio significativo en su rutina diaria puede ser un desencadenante de una crisis. Estos cambios pueden incluir modificaciones en la rutina escolar, familiar o en el entorno, como un cambio de casa o un evento inesperado.
Para abordar este desencadenante, es importante comunicar los cambios con anticipación y proporcionar apoyo adicional para ayudar a la persona a adaptarse a la nueva situación.
La preparación y la estructura son clave para reducir la ansiedad que los cambios en la rutina pueden ocasionar.
Recomendación 💡
Los especialistas recomiendan un horario visual para ayudar a anticipar y organizar los momentos del día con mayor facilidad.
▶ Problemas de comunicación
La comunicación puede ser un desafío para muchas personas con autismo. La frustración resultante de la incapacidad para expresar sus necesidades o entender a los demás puede llevar a una crisis. Es fundamental fomentar la comunicación efectiva y brindar herramientas que faciliten la expresión de deseos y necesidades.
Para abordar este desencadenante, se pueden utilizar sistemas de comunicación alternativos, como imágenes, dispositivos de comunicación asistida o horarios visuales, para ayudar a la persona a expresarse. La paciencia y la comprensión son clave para reducir la frustración y prevenir crisis relacionadas con problemas de comunicación.
▶ Estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad son emociones comunes en personas con autismo. Situaciones estresantes, como exámenes, conflictos familiares o eventos sociales, pueden desencadenar una crisis. Es esencial reconocer los factores estresantes y proporcionar apoyo emocional.
Para tratarlo, se pueden utilizar estrategias de manejo del estrés, como la relajación. Brindar un entorno seguro y apoyo emocional puede ayudar a reducir la ansiedad y prevenir crisis relacionadas con el estrés.
¿Cómo reconocer los signos de una crisis de autismo?
Reconocer los signos de una crisis de autismo es fundamental para intervenir de manera efectiva. Los signos pueden variar según el individuo, pero algunos indicadores comunes pueden incluir:
- Cambios de comportamiento: Esto puede manifestarse en un aumento de la agresión, rabia, llanto o comportamiento disruptivo.
- Retirada social: La persona puede aislarse, evitar el contacto visual o buscar un lugar tranquilo para retirarse.
- Comunicación inusual: Puede haber cambios en la forma de comunicarse, como repetir palabras o frases, o dejar de hablar por completo.
- Síntomas físicos: Algunas personas pueden experimentar síntomas físicos como temblores, sudoración o dificultad para respirar.
Es importante estar atento a estos signos y actuar con comprensión y empatía cuando se sospeche una crisis. Cada persona con autismo es única, por lo que es esencial conocer sus señales individuales de alerta temprana.
Consejos para saber cómo manejar una crisis
Manejar una crisis de autismo requiere paciencia, comprensión y estrategias específicas. Aquí te proporcionamos consejos valiosos para ayudarte a enfrentar estas situaciones de la mejor manera posible.
Las crisis de autismo pueden manifestarse de dos maneras principales: meltdown y shutdown.
Un meltdown se caracteriza por una frustración y perdida de control en la que la persona con TEA externaliza una sobrecarga de estímulos. Puede incluir rabia, agresión, llanto y otros comportamientos disruptivos. Durante un meltdown, la persona puede sentirse abrumada por la emoción y la estimulación sensorial.
Un shutdown, por otro lado, es una internalización, es decir como una crisis interna. La persona puede parecer que no está presente, apática, desconectada o ausente. Durante un shutdown, la persona intenta reducir la estimulación sensorial y emocional al mínimo.
Tanto una como la otra, son dos reacciones de «autoprotección» que tiene el cuerpo para decir ¡basta! no puedo más con esta sobreestimulación.
Es importante reconocer cuál de estos tipos de crisis está experimentando la persona, ya que las estrategias de manejo pueden variar. Aquí dejamos algunas sugerencias generales para enfrentar una crisis de autismo:
- Mantén la calma: Es fundamental mantener la calma y evitar reacciones negativas o punitivas. La persona con autismo puede sentirse aún más angustiada si percibe que la situación se vuelve hostil.
- Proporciona un entorno seguro: Ayuda a la persona a encontrar un lugar tranquilo y seguro donde pueda reducir la estimulación sensorial.
- Comunicación: Intenta comunicarte de manera clara y comprensiva. Pregunta si la persona necesita algo o cómo puedes ayudar, siempre que sea posible.
- Conoce las preferencias: Conocer las preferencias sensoriales y las estrategias de afrontamiento de la persona puede ayudar en gran medida al manejo de una crisis.
- Después de la crisis: Una vez que la crisis ha pasado, brinda apoyo emocional como dar la oportunidad de hablar sobre lo que ha sucedido o proporcionarle muestras de cariño como ofrecer un abrazo, dedicarle una sonrisa, etc. Esto puede ayudar a prevenir futuras crisis y fortalecer la relación.
Recursos y apoyo para las familias
Si tú o alguien que conoces está lidiando con una crisis de autismo, es importante saber que no estás solo. Existen numerosos recursos y apoyo disponibles para ayudar a enfrentar estas situaciones de manera efectiva. Algunas opciones incluyen:
- Organizaciones de autismo: Muchas organizaciones se dedican a apoyar a personas con autismo y sus familias. Ofrecen recursos, asesoramiento y grupos de apoyo.
- Profesionales de la salud: Los terapeutas y especialistas en autismo pueden brindar orientación y estrategias de manejo personalizadas.
- Educadores: Los maestros y personal escolar pueden colaborar en la creación de un entorno educativo que sea adecuado para las necesidades de la persona con autismo.
- Grupos de apoyo online: Participar en comunidades online de personas que enfrentan situaciones similares puede proporcionar un gran apoyo.
Conclusión
En conclusión, aprender a manejar una crisis de una persona con autismo es un proceso que requiere comprensión, empatía y estrategias específicas. Reconocer los desencadenantes, los signos y los tipos de crisis es esencial para intervenir de manera efectiva. Proporcionar un entorno seguro y apoyo emocional puede marcar la diferencia en la experiencia de la persona con autismo durante una crisis.
Recuerda que existen recursos y apoyo disponibles para ayudar en estas situaciones. No estás solo en este viaje. Si te encuentras en esta situación, no dudes en buscar ayuda y orientación de profesionales y organizaciones dedicadas al autismo.
Juntos, podemos trabajar para proporcionar el apoyo necesario y mejorar la calidad de vida de las personas con autismo. 💙
Técnica en educación infantil. Me formé en este ámbito y adquirí un profundo conocimiento sobre el desarrollo y educación en niños con edades tempranas. Apasionada del mundo de la psicología infantil y en compromiso con aquellas familias que necesitan orientación y apoyo en la educación de sus hijos.